Ulrike Marie Meinhof fue una periodista y terrorista alemana nacida en 1934 y fallecida en 1976.

Murió ahorcada en la cárcel, luego fue enterrada en Berlín. En 2002 una de sus hijas escribió un artículo donde explicaba que a su madre la extrajeron el cerebro sin permiso familiar en la Clínica Universitaria de Magdeburgo.
La fiscalía de Stuttgart investigó y afirmativo, el cerebro estaba metido en un frasco en formol mientras que el resto de Ulrike llevaba 26 años en la tumba. En 1976 un neuropatólogo quiso estudiar el cerebro de la periodista – terrorista. Poco estudió casi nada, ya que nunca publicó ningún informe al respecto.
En 1997 dicho neuropatólogo le dio a un compañero el cerebro para también estudiarlo, esta vez si hubo informe detallado. Según el estudio que se le realizó, en 1962 la periodista tuvo un tumor y debido a las lesiones de la operación en la zona donde se ubican las emociones en el cerebro, hizo que tuviera comportamientos violentos, dicho de otra manera, no era dueña de sus actos.
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